Buenas prácticas

7. El proceso de evaluación

7.1. Buenas prácticas de la evaluación en ambientes virtuales de aprendizaje

Algunas buenas prácticas de la evaluación en ambientes virtuales de aprendizaje pueden ser:

  • Definir qué evaluamos. Dejarle claro a los y las estudiantes qué se va a evaluar.
  • Favorecer que el aprendizaje a evaluar sea situado y transferible, es decir, que relacione la vida académica con la cotidianidad, que conecte el proceso de formación con la comunidad.
  • Generar retos motivadores que generen interés en las y los estudiantes.
  • Brindar de manera clara y detallada las indicaciones de las actividades y la forma de valorarlas. Es decir, establecer los criterios con los que se les evaluará.
  • Establecer claramente los momentos en los que las y los estudiantes recibirán retroalimentación.
  • Favorecer la autoevaluación y coevaluación.
  • Integrar estrategias y herramientas de evaluación diversificadas: de asimilación de contenidos o procedimientos para su aplicación (cuestionarios de respuesta automatizada, listas de verificación, entre otros); de desarrollo de competencias y habilidades, a través de retos (resolución de problemas, elaboración de proyectos, entre otros); de motivación y compromiso (basadas en la gamificación).

A continuación, explora algunas estrategias para evaluar los aprendizajes en EVA:

Universidad EAFIT (2020). Diez ideas para evaluar en ambientes virtuales.

Por su parte Ruiz Bolívar, C., & Dávila, A. A. (2016) propone como buena práctica de la evaluación, el realizar el seguimiento tutorial con “sensibilidad humana”, centrándose en la importancia de la retroalimentación:

  1. Demostrar interés por el progreso académico de los estudiantes, enviándoles mensajes, bien en forma individual o colectiva, alentándolos a realizar todas las actividades formativas y sumativas propuestas.
  2. Evitar reproches o halagos en forma pública.
  3. Ofrecer realimentación sobre los resultados conseguidos por el alumno en las evaluaciones propuestas. Comentar el nivel de logro del alumno y animarlo a superar sus debilidades conceptuales o procedimentales si las tuviere. Reconocer también a la evaluación como una estrategia de aprendizaje, donde se aprende de los errores.
  4. Aumentar la motivación de los estudiantes con oportunas acciones de realimentación y contacto individual o colectivo, por vía pública o privada, minimizando posibles sentimientos de soledad y aislamiento.
  5. Monitorear la “asistencia” de los alumnos al aula virtual y enviar mensajes de preocupación y alerta para quienes en forma injustificada presentan ausencias prolongadas de cinco o más días.
  6. Responder las consultas que formulen los alumnos, en un plazo no mayor a 24 horas continuas, exceptuando días feriados y no laborables.
  7. Ofrecer soporte emocional al alumno. Considerar el uso del Diario (Recurso en Moodle), disponible para uso privado y así trasladar confianza al estudiante en sus capacidades y habilidades para organizarse con autodisciplina y responsabilidad.